JOSE MARI MANZANARES

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Un torero formado y forjado por voluntad propia en el campo, lugar donde poco a poco aprende a encontrarse a sí mismo responsabilizándose de lo que significa ser torero y sabiendo que ser figura del toreo es muy difícil y más aun cuando se tiene un padre con la dimensión como la del maestro José María Manzanares cuyo nombre verdadero es José María Dolls Abellán.

Sin duda esa forma de torear del joven maestro Manzanares, así como la profundidad con la que interpreta el toreo vienen indiscutiblemente de la soledad que proporciona el campo bravo y el vivir en torero. Esas noches interminables donde le asaltaban las dudas propias de la profesión, pero sobre todo si sería capaz de llegar a lo más alto como su padre, esas dudas que en muchas ocasiones le aconsejaron seguir estudiando y no perseguir este sueño loco cuando alguien de su misma sangre había puesto ya, el listón tan alto.

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José Mari Manzanares siempre viviendo en torero, siempre tratando de alejarse de la ciudad porque dice que es un sitio lleno de distracciones que no le permiten a un torero mirar hacia adentro de él mismo, conocerse y fortalecer soñando el músculo más importante de los toreros: EL CORAZÓN.

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Encariñado con Sevilla y con México, este joven matador de toros nos ha mostrado con hechos que lo que tiene hasta ahora y lo que ha logrado han sido por méritos propios, que él no pretende parecerse a nadie, que lo único que quiere en el toreo es trascender, que el día de mañana que se hable de toros el primer nombre que saque el aficionado de su boca sea el suyo.

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Pronto estará en México, en concreto en Querétaro, viene a demostrarse a sí mismo y a la afición, que es el número uno, que como su toreo no hay otro igual, que aquellos triunfos que ha tenido en plazas españolas, no han sido ninguna coincidencia.