martes, 8 de noviembre de 2011

Triunfa el peruano e impresiona el mexicano ante la desazón del español

FOTO: LUIS HERENCIA


Por Magaly Zapata:
Las dos orejas merecidas y cortadas por el peruano Carlos Ramírez Morenito de Canta ayer en Acho, en la novillada de La Ahumada que abrió la Feria del Señor de los Milagros, fueron apenas un tercio de lo que  la terna pudo cosechar de haber estado más acertado  en el cierre del 5º  el español Javier Jiménez , y  de  haber tenido un público más prendido y justo con la labor del mexicano Sergio Flores en el que abrió festejo.  La novillada de La Ahumada tuvo nobleza, y algunos un punto de sosería.  Destacaron el 1º y 6º por su movilidad aunque menos clase.  
Fueron tres gallos los que salieron  jugársela ayer en la Bicentenaria.  Un gallo fiero fue el mexicano Sergio Flores Siempre enfibrado y motivado. Dejó en Acho dos faenas de diferente calado por el diferente comportamiento de sus novillos.  Y ahí está  la clave del que  tiene la moneda y en cualquier momento puede cambiarla.  En su primero lo vimos pletórico de torería, variado de capote. 
Buenos lances a la verónica, bien el quite por chicuelinas apretadas y mejor en los remates garbosos y muy toreros.   Lo hizo picado por el intento del compañero a quien exigió respetar el turno.  Ese pique gustó y  encendió el graderío. Luego estuvo a la altura de la nobleza y entrega del de La Ahumada y se gustó por derechazos templados, largos, de esos enganchados adelante y llevados hasta atrás, dejando la pañosa  en la cara para ligar y ligar.  Con  la zocata, eso no se pudo, el  novillo era mirón y se lo pensaba, debía perder pasos y robarle los naturales.   El 4º fue complicado por deslucido y ante el cual, el esfuerzo  de atacar, acortando distancias, con firmeza sin dejar el  concepto de llevarlo muy embarcado y templado, no  tuvo eco en el tendido. 
Javier Jiménez no se entendió con su primero al que intentó lancear de salida pero optó por bregar por abajo para fijarlo en su capote. Con la muleta demoró en echarle mano hasta mediada la faena en que encontró la altura y distancia, más corta, para ligar los muletazos y fue cuando encendió el olé  del público.  Falló con el acero. Turno en el que destacó el pique entre Morenito por chicuelinas y Jiménez por saltilleras. 


FOTO: LUIS HERENCIA

Con el 5º,mansurrón huidizo, faenó entre las rayas, donde quiso el novillo, y la clave estuvo en darle tablas dejándole puesta la franela en la cara para conseguir ligar las series.  Tanto lo consintió  que luego se lo llevó a los medios desengañado y se dejó un par de series por bajo, ligadas y templadas que le ponían en manos algún trofeo pero llegó lo peor.  Una estocada atravesada que orientó al bicho e impidió por tapar la testuz el uso del verduguillo.  Faltó esquina, faltó consejo, de entrarle otra vez con el acero para abreviar y no llegar al punto de oir los tres avisos. A pesar de eso, se le vio  al rubio de Espartinas capacidad de resolución, y eso vale.
El local Morenito de Canta resultó para la parroquia un gallo de tapada.  Salió a demarcar un territorio y lo consiguió, superándose a sí mismo en el último de la tarde.  Superándose de ese sube y baja por el que suelen transitar sus faenas, como que va perdiendo fondo y aire,  y que se evidenció en  el tercero de la tarde que lo dejó estar cómodo por su bondad y entrega pero en el que la emotividad  que daba el factor sorpresa ante un público que vio  con asombro que los novilleros peruanos ya no son “paquetes” de relleno.   Saludó bien Morenito por verónicas y muleteó templado y por bajo, destacando la derecha.  Pero no construyó una faena conciza, maciza y rotunda.  Saludó una ovación pero pudo haber tocado pelo.  Atenuante, el miedo escénico. 
Ya con el último, un novillo que tuvo la virtud del desplazamiento, movilidad,  y se diferenció del resto porque dejó ese punto de sosería que tuvo el encierro y le permitió a Morenito lucirse de cabo a rabo.  Con capote, lanceando a gusto hacia los medios y con muleta, exprimir la nobleza del  novillo en trazos de temple y con gusto por ambas manos.  Incluso con adornos y trincheras que levantaron al público de Sol.  Le pidieron con fuerza las dos orejas y salió a hombros cargando como un campeón la bandera del Perú.  Porque ésta, es nuestra Fiesta Nacional. 

Ficha de la corrida Acho, Lima.  Domingo 6 de noviembre 2011.  Tarde con sol y poco más de media plaza.  Se lidió una novillada del hierro colombiano La Ahumada que tuvo nobleza y entrega, con un punto de sosería que en algunos casos condicionó el lucimiento.  Destacaron el 1º ovacionado en el arrastre, tuvo fijeza, humillación y repetición ; y el 6º porque aunque tener menos clase para embestir tuvo movilidad. Sergio Flores (Mex), palmas y silencio; Javier Jiménez (Esp), silencio y tres avisos; Carlos Ramirez Morenito de Canta, saludos y 2 orejas.  Sale a hombros. Cabe destacar  la labor de los picadores César Carlo en el 6º y Toro Andrade en el 3º ovacionados; así como Dennis Castillo con los palos.