jueves, 10 de mayo de 2012

EL PUBLICO EN LOS TENDIDOS…



 No es lo mismo el espectador que el aficionado.
MVZ. Carlos Alberto Vega Pérez.
Médico Veterinario Zootecnista del departamento de espectáculos del municipio de Querétaro.

En una corrida de toros, se distingue muy claramente del espectador o villamelón, al aficionado, aunque en determinados casos, el espectador tiene afición y va a muchísimos festejos, pero carece totalmente de los más elementales conocimientos de tauromaquia. El verdadero aficionado, es el que conoce los pormenores de la Fiesta Brava.
Existen tres tipos de aficionados a la tauromaquia, según el gran diccionario taurómaco español de Sánchez Neira.
1.- Los espectadores que se llaman a ellos mismos aficionados, solo porque continuamente van a las corridas de toros, pero que no observan y no entienden lo que ven. Para ellos, todas las suertes son iguales y se van con la finta de un buen pase o lance aislado, o pegado por casualidad, que del modo con que se ejecuta la suerte. No aprecian las condiciones del ganado porque no lo conocen y no reconocen las cualidades de un buen torero, si no llevan el sello de la temeridad en su ejecución. Aplauden mas al torero que salta, corre, va y viene por el ruedo sin ton ni son, que al diestro que inteligentemente se para y siempre esta puesto en su sitio; y él mismo, se divierte mas poniendo atención a un grito del tendido, a un silbido contra el juez de plaza, o unas faldas o unos jeans entallados y a la borrachera que trae con sus amigos que solo quieren oír música para alegrar el momento, que a la ejecución de la mejor de las suertes del arte taurino que derrocha el diestro en esos momentos. A estos espectadores se les llama comúnmente VILLAMELONES.
2.- Existe otra clase de aficionados que saben lo que ven, pero a quienes domina la pasión y emplean sus conocimientos en elogiar constantemente a un determinado torero, en todo y por todo lo que hace y deja de hacer en el ruedo; y aunque  alguna vez cometa un error, censuran a otro diestro que pueda estar mejor esa tarde o rayando en la perfección.
A unos y otros, se les conoce con facilidad en los tendidos, porque son muy notorios.

3.- Por último, hay aunque muy contados en las plazas de toros, los aficionados inteligentes, quienes a fuerza de ver año tras año todas las corridas de toros, conocen muy bien las condiciones e inclinación de los astados, la lidia que requieren y las cualidades y virtudes de cada uno de los alternantes en un festejo; además, son los que menos gritan y se hacen notar, porque respetan al matador en su quehacer torero y saben lo que una distracción puede acarrearle a un torero.
Ser un verdadero aficionado inteligente es muy difícil y requiere no solamente del conocimiento de todas las suertes y reglamentos taurinos; requiere también de un profundo conocimiento del toro bravo, dentro y fuera del ruedo; esta es la única circunstancia que permite valorar la lidia del burel durante un festejo taurino.
En proporción, en una plaza de toros durante un festejo taurino, el 70% de los asistentes son villamelones, el 27% aficionados y solamente el 3% restante, son aficionados inteligentes… ¿En cual grupo está usted amable aficionado?  

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