Hace diez años comenzamos con la idea de formar Tauromagia Mexicana. El proyecto fue ideado por un grupo entusiasta de aficionados y amantes de la fiesta brava: Miguel Valladares, Benigno Pérez Lizaur, Enrique Martín Arranz, Guillermo González, Julio Esponda y Miguel Alcocer…..todo con el atinado y oportuno consejo del torero amigo José Miguel Arroyo “Joselito”.
Platicamos varias horas en distintos escenarios de España y de México. Finalmente pudimos aterrizar algunas ideas y sobre todo pudimos comprometer a este ejercicio pocas veces, sino es que nunca visto, a distintos ganaderos que significaron en gran medida el alma de este gran proyecto, distinguiendo desde luego a Doña Laura De Villasante, Fernando de la Mora , Vicky de la Mora , Juan Velázquez, el Pollo, Jorge y Eduardo Gómez Valle, Luis Felipe Ordaz (Q.E.P.D.), Germán Mercado, Pepe Garfias y muchos otros.
Las cosas fueron muy complicadas sobre todo en lo económico, tuvimos que reclutar a un número importante de Chavales, había que darles de comer, de torear (muchas vacas y novillos, comprados y también a veces a costo y otras, las menos regalados), les vestimos de corto y además viajando constantemente en vehículos propios, época de muchos gastos sufragados por nosotros y en la cual contaban con la compañía de un responsable en lo taurino, atlético, psicológico, en fin en todos los planos, como lo fue Don Carlos Neyla. Ese señor si sabia lo que es formar toreros, a veces incomprendido por el exceso de disciplina militarizada, pero finalmente creo a ciencia cierta sin falsos juicios, que en gran medida la esencia del proyecto nunca pudo estar en mejores manos que en las suyas, pero de esta parte inicial ya pocos se acuerdan.
Tauromagia estuvo basada en una filosofía de gran simplicidad, pero de un gran compromiso difícil de contextualizar. Había que esperar un largo tiempo y luego enfrentarse al más exigente de los jueces, a los propios alumnos del proyecto. Ciertamente le apostamos a formar cuando menos a uno que figurara y las cosas fueron más que gratificantes, salieron muchos prospectos que pueden llegar a convertirse en figuras de la fiesta. Siempre tuvieron las mejores novilladas en México y en España, la premisa fue y ha sido siempre cuidar a los muchachos y darles las mejores oportunidades. Quisimos influir en ellos el aspecto primario de convertirlos en buenos ciudadanos y luego en toreros de gran corazón. Solo el tiempo podrá decir si nos equivocamos, por ahora las cosas parece que están saliendo bien, sin embargo falta un gran tramo para consolidarlo, es demasiado temprano para hacer juicios de valor, pero ahí están ahora toreando con las figuras del toreo mundial.
Crear y consolidar una escuela con adjetivos de calificación en tendencia a lo científico es la calve para ver a la profesión de torero con otra perspectiva. Durante el periodo de formación en la academia incluimos a jóvenes pubertos de difícil lidia y comportamiento. Inducir ideas de disciplina y fortaleza en lo psicológico, en lo físico-atlético, en lo emocional, en lo artístico-estético, es muy complicado simplemente por la edad de los alumnos. Casi todos entendieron el tema de formar toreros con corazón.
Pero que quiere decir toreros con corazón:
a) Identidad.- Siempre se ha buscado una camiseta que haga diferente a Tauromagia Mexicana de otra escuela. Pertenecer a este grupo selecto y respetar principios representa un tema “no negociable”.
b) Sentirse y saberse torero. Los toreros han tenido históricamente un descalabro en lo relativo a identificar que significa sentirse y saberse torero. Desde luego que son una clase de personas diferentes. Se juegan la vida si, pero con la diferencia que aporta el contenido de su infraestructura personal. Mientras mas preparado se esta en todos sentidos, es mayor tu fuerza para aventajar a los que no lo está. Se necesitan muchas cualidades, pero por encima de todas e insustituible esta la inteligencia.
c) Coherencia entre tu actuar en el ruedo y tu posición de ciudadano. Si fuera del escenario natural que es un ruedo tus acciones conductuales son engañosas, tibias, contradictorias, tramposas, groseras y caprichosas, igualmente con seguridad de esa manera será tu toreo.
d) Trascendencia. Como institución siempre se ha querido dejar huella y ejemplo, que basta un gran corazón y convicción para formar toreros íntegros.
Esta es tan solo una breve reseña de lo que es Tauromagia Mexicana y la historia apenas se esta escribiendo. Vendrán nuevos tiempos, nuevos proyectos y nuevos ingresos de jóvenes promesas dispuestos a convertirse en toreros de gran corazón.
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