miércoles, 14 de diciembre de 2011

TODO ES CULPA DE PABLO HERMOSO DE MENDOZA

FOTO: JORNADA TAURINA


El Rejoneador Portugués Diego Ventura, ha dado mucho de qué hablar en dos etapas: La primera, antes de venir a nuestro país, por sus grandes triunfos en España donde es una figura indiscutible del toreo, ya que nadie le ha regalado nada para llegar al sitio que ha alcanzado en España. La segunda etapa se refiere al momento mismo en que piso territorio nacional, y que parece ser, se ha fijado como meta el burlarse de empresarios, toreros, ganaderos y en especial de los aficionados que han pagado boletos carísimos por ir a verle.
Su paso por ruedos Mexicanos ha sido desastroso, y muy bien se podría titular “LA CAÍDA DE UN ÍDOLO”, ya que los programas españoles de televisión nos mostraban a un Diego Ventura humilde, sencillo, gente de pueblo que tuvo la suerte de perseguir sus sueños y de la mano de su talento, logró alcanzar lo más alto del toreo, consiguiendo para él y su familia, una anhelada estabilidad económica y comodidades deseadas desde tiempo atrás.
México se encariñó con Diego por sus discursos donde nos hizo creer que Pablo Hermoso le estaba bloqueando la carrera. Por ello, fue Querétaro quien lo acogió en uno de sus símbolos, La Plaza de Toros “Santa María”, al que “mala mente” se le llamó la casa de Diego Ventura. Digo “mala mente”, porque este rejoneador se aprovechó de que Pablo Hermoso de Mendoza ya se había ganado el cariño de la afición de esta ciudad y por ello, se le reconoció declarando a la Plaza de Toros de Provincia Juriquilla como SU CASA. Todo esto, sin duda se lo ganó a pulso demostrando siempre el amor y respeto a nuestro pueblo y a nuestra tierra.
Es por ello que este editorial se titula: “TODO ES CULPA DE PABLO HERMOSO DE MENDOZA”, porque fue Pablo quien nos acostumbró a ver en él, a gente de bien, gente responsable, ha sido un ejemplo para mucha gente por su lucha a brazo partido para alcanzar la cumbre del toreo y, lo más grande de Pablo, es que una vez estando arriba, nunca ha menospreciado, ni maltratado, ni humillado, ni mucho menos llevado a la quiebra a algún empresario cuando tuvo el atrevimiento de contratarle por ser la gran figura del toreo que es.
Pablo, es tu culpa todo lo que ha hecho Diego Ventura en suelo mexicano porque nos hiciste pensar que todo aquel que viniera de tu país tratando de imitarte, también imitaría tu trato a la gente, tu educación, tu respeto, tu humildad y sobre todo tu agradecimiento a la afición y jamás ofenderla al declarar de forma pública que no tienen “NI PUTA IDEA DE CÓMO VER UNA CORRIDA DE TOROS”.
Según este rejoneador portugués vino a México a quitarte tu sitio de consentido, de ídolo y lo único que ha conseguido hasta el momento es hacerte más grande y mejor valorado por todos los aficionados.
Sólo a él pudo ocurrirse esta idea tan descabellada de intentar despojarte del trono, sólo un necio puede creer que los mexicanos podemos olvidar tan fácilmente más de 10 años de triunfos y apoyo a los jóvenes que van iniciando.
El pueblo mexicano, solo a ti Pablo y al Maestro Capea les ha distinguido con la palabra “PAISANO” y es en correspondencia a los que nos han dado.

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