Por: Burladero.com
Queridos amigos, ha pasado la primera temporada con el G-10 en activo, una temporada que vamos a recordar por muchas cosas, algunas positivas y muchas negativas ¿Qué donde ponemos al nuevo grupo de toreros? pues, francamente no lo se. Si lo miramos desde el punto de vista del aficionado, no creo que el balance que se haga pueda ser muy positivo, pues el G-10 lo que ha aportado para este colectivo no es otra cosa que incertidumbre, que se quedaran sin ver a algunos toreros en ferias importantes y que los precios de las entradas no bajaran, que yo sepa, en casi ningún sitio. Para el otro grupo de toreros, los que no están en esta asociación. (Hay que recordar que los toreros que han figurado adscritos a este grupo creado para salvaguardar sus intereses, no son todos los que están en activo, sino solo aquellos que se encuentran en la elite de la fiesta: Ponce, Morante, Jiménez, El Juli, El Fandi, Manzanares, El Cid, Perera, Cayetano y Talavante.
Con la excepción, claro está, de José Tomas que va por libre y defiende su propia imagen (¡Faltaría más!) Para el grupo de los que se quedaron fuera, digo, tampoco ha aportada gran cosa, si acaso mas dificultades para torear, porque al haber menos festejos, siempre torean los mismos. En cuanto a los empresarios, solo les ha ocasionado dolores de cabeza, pues las cifras que se barajaban no les han convencido nunca, pero sobre todo, lo que no están dispuestos a consentir es el sentirse controlados por los toreros.
Como verán todos "muy contentos" y mientras tanto "Unos por otros y la casa de la fiesta sin barrer". Vaya por delante que un servidor cree que todos los artistas deben velar por sus derechos de imagen, pero también es necesario que tengan sus obligaciones para con la fiesta, que es la que, en la mayoría de los casos, les ha dado todo lo que poseen, a unos y a otros. Esas obligaciones deben cumplirse a rajatabla para que este querido edificio de los toros no se derrumbe, y coja debajo, no a los que ahora están ricos, ellos ya tienen un buen paraguas salvador, sino a los que mas tarde vendrán a continuar poniendo ladrillos taurinos, como los han puesto los toreros, ganaderos, empresarios y aficionados de tiempos pasados.
En la guerra de comunicados que ha habido, los "coletas" quisieron dejar bien claro, que veían sensato repartirse el 50% de los derechos televisivos, que eran conscientes de la crisis, y que a pesar de que se habían producido represalias, tratando de fomentar la facturación del grupo, permanecían unidos. También manifestaron, que les constaba que se habían producido alianzas empresariales y pactos corporativos, para malograr la iniciativa.
El G-10 lo tenia todo muy claro, o... al menos eso se pensaban, pues los primeros disidentes ya han comenzado a aparecer en cuanto han creído finalizado el tiempo que estaba en vigor esa absurda cláusula del contrato, verbal o escrito, pues nadie lo ha visto, que los toreros tenían con el grupo, mediante la cual habían de pagar un millón de euros, si lo abandonaban.
El Cid ha declarado que abandona el grupo por no estar de acuerdo con los planteamientos de este. El Fandi también se marcha, según nos cuentan los compañeros de ABC, Cayetano acaba de retirarse temporalmente del toreo activo, y algunos de los que quedan, como Morante de la Puebla, también se lo están pensando.
Por otra parte, en esta movidita temporada administrativa, la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos ha denunciado ante la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), a la empresa encargada por los toreros para negociar sus derechos de imagen, All Sports Media 66, S.L. (ASM) y a diez toreros, (G-10) por una "posible conducta anticompetitiva en la gestión de derechos de retransmisión de las corridas taurinas"
Según explicó la CNC en un comunicado, la firma de "contratos entre ASM y los toreros para la gestión conjunta de los derechos de retransmisión televisiva, podría restringir la competencia en España".
En una entrevista para el programa "Capote de Paseo", de Giralda TV, en Sevilla, Ramón Valencia, gerente de la Real Maestranza sevillana, dijo no creer en el futuro del G-10, al menos tal y como esta instituido, y que han cometido el error de poner la defensa y negociación de sus derechos, en manos de una empresa que tiene poco conocimientos del mundo taurino.
Si el grupo perdura (yo no lo tengo demasiado claro), esperemos que se hagan las cosas bien, en tiempo y forma, para no ponerle más chinitos a nuestra fiesta, pues en los tiempos que corren, lo que menos falta le hace son las disecciones de sus componentes.Así mismo, esperemos que se cumplan los buenos deseos expresados por el grupo, en el final de uno de sus comunicados: "Siempre se nos dijo que nosotros, los toreros, teníamos que torear y punto. No vamos a dejar de hacerlo, pero sí vamos a ocuparnos de custodiar la tauromaquia, porque nos lo ha dado todo y porque creemos en sus valores". Como frase, queda muy bonita, pero el movimiento se demuestra andando.
Que Dios reparta suerte, amigos.
José Luis López Marín
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