viernes, 23 de marzo de 2012

UN SUEÑO HECHO REALIDAD

Por: El Espontáneo

Un gran momento se vivió en el túnel de la Plaza México, donde un grupo de jóvenes valientes, llamados “Forcados Queretanos”, aparecieron con su barrete repleto de sueños y sintieron por primera vez, ese lugar frio donde los corazones se aceleran por los nervios y las ilusiones: El túnel de la Plaza de Toros México.
No sabría decirles cuantos metros mide ese túnel, pero sí creo que son los metros y minutos de más angustia que puede pasar un ser humano que está a punto de hacer su sueño realidad: Primero, pisar el ruedo de la plaza México. Segundo, como premio a os esfuerzos realizados, escuchar cómo se baña en su inmensidad La México con las notas de “cielo andaluz”. Tercero, explotar en éxtasis torero cuando la voz de este gran coso hace que rueden lágrimas de alegría, con el tradicional ¡OOOOLÉ!
Para darle una correcta magnitud al logro conseguido, hay que tomar en cuenta que, para un torero es muy difícil  entrar en un cartel del gran coso y por lo tanto, para un Forcado se podría pensar que es prácticamente imposible lograrlo; más aún, cuando estamos hablando de un cartel con el que se está festejando el 66 aniversario de la Monumental.

Antonio Vera nunca se imaginó, que aquello que comenzó como una convivencia o aventura entre amigos adolescentes, lo llevaría primero, a convertirse en cabo del grupo, y 8 años después, alcanzar el sueño de verse en los medios de la Plaza México, llamando al toro para pegarlo junto a su grupo de hermanos: Los Forcados Queretanos.
La pasión de este grupo de jóvenes llevó a Fernando Jurado y a “Charro” Caballero, a ser pilares indiscutibles, y consolidar junto al cabo Toño Vera, esta especie de “hermandad” entre el grupo de forcados, siempre con la finalidad de vivir la fiesta de una forma diferente, con responsabilidad, con entrega, con disciplina y sobre todo con “Mística”, que hace mucho no se veía en un grupo de forcados.

La grandeza de este grupo, es que no solo se “reúnen” cuando van a “pegar” un toro en alguna plaza; este grupo queretano, si son amigos de verdad, salen juntos, conviven como hermanos, pelean como hermanos, y cuando alguno necesita ayuda, siempre la encontrará tanto dentro como fuera del ruedo.
Muchas veces me tocó ver a Fernando Jurado llegar por las tardes a la Plaza Santa María, cuando ya no había nadie, a correr, a hacer ejercicio, a prepararse constantemente con mucha devoción por ser forcado, y además, ser uno de los mejores.
El motivo de este artículo es reconocer al grupo de Forcados Queretanos, pero especialmente al Cabo Antonio Vera, porque si bien es cierto que ser Forcado es una labor de grupo, siempre la cabeza deberá llevar una mención aparte por ser capaz de darle rumbo a un proyecto, y más aún, como en este caso, que todo desembocó en una presentación exitosa en la Plaza de Toros México.
Se abrieron las puertas de cuadrillas y este grupo de valientes, comenzaron a escribir una nueva parte de la historia, una historia muy suya. Seguirán recorriendo los ruedos con su barrete repleto de sueños, ya que no buscan dinero, ni poder, solo el placer de alcanzar ese momento de gloria, que únicamente provoca el sentirse encunado por un toro, y que mejor, si es en el ruedo más importante del mundo: La Plaza México.
Vaya gran momento el que se vivió en el frio túnel, donde un grupo de jóvenes valientes llamados “Forcados Queretanos”, con lágrimas en los ojos, se miraban unos con otros pidiéndole a Dios no despertar de ese sueño. 

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