viernes, 14 de octubre de 2011

LA FIESTA BRAVA, ENTRE EL AMOR Y EL ODIO…


M.V.Z. Carlos Alberto Vega Pérez.
Médico Veterinario Zootecnista del depto. de espectáculos del municipio de Querétaro.


Con sus 488 años de estar presente en nuestro país, la más bella de todas las fiestas atraviesa por momentos difíciles. Ni siquiera con los decretos prohibicionistas del 28 de noviembre de 1867, ni del 11 de julio de 1917 se pasaron momentos críticos, o en la temporada 1945-46 en que era tal la fiebre taurina con Manolete en pleno apogeo, que el presidente Miguel Alemán prohibió que las corridas de toros se realizaran entre semana; actualmente, el panorama taurino se torna desalentador, ya sea por la falta de interés de los aficionados debido a la escasez de figuras, a la carencia de toros con trapío en algunas plazas, o a la oposición de algunos grupos proteccionistas antagónicos a las corridas de toros.
Está claro que las posturas de amar y odiar la fiesta brava son irreconciliables. Quienes vemos este espectáculo como un arte sublime de vida y muerte entre un hombre y un animal, jamás podremos convencer de lo mismo a quienes lo consideran como un acto de barbarie y de abuso a una bestia, que sin más armas que su cornamenta y bravura, se defiende de los caballos y de aquel hombre que intenta convertirse en su victimario.
La tauromaquia es un espectáculo donde la tragedia está implícita. Quienes la amamos, somos adoradores de la belleza que se muestra en cada lance con el capote y en los paces ligados con la muleta durante la faena de un matador; quienes la critican, abogan por el respeto a la vida de los toros de lidia y no conciben que éstos, fueron criados a través de los siglos con el único fin de morir peleando, porque no son animales domesticables a corto plazo y por ende, no habría razón para que existieran. Si a esta raza de bovinos se les tratara de criar como a las razas de engorda, los ganaderos saldrían perdiendo, porque la estructura física y el coeficiente de conversión alimenticia (alimento-carne) de estos animales no son las óptimas para el máximo desarrollo muscular en el menor tiempo posible, que es lo que se requiere para llevarlos a la carnicería y hacer rentable su crianza; además, de que por su temperamento, no podrían estar hacinados en un corral, porque con las peleas entre ellos, la merma por lesiones o muerte sería tan alta que hace incosteable su producción; o, imaginen a un ganadero tratando de ordeñar entre las 5 y 9 de la mañana un hato de 100 vacas bravas, para tener la leche antes de que pase la pipa de la pasteurizadora y repetir el ordeño nuevamente por la tarde, con animales que además de agresivos, no tienen la aptitud de producir leche, muchas veces ni para el mantenimiento de sus propias crías; y si esto se tratara de hacer mejorando la raza genéticamente (haciendo cruzas con otras razas) se extinguiría el toro bravo, porque lo que se tendría que quitar primero son los genes de bravura.

La fiesta de los toros es un arte, en cuyo entorno han girado las bellas artes, y en las obras de artistas e intelectuales se encuentra la justificación a su gusto. En las pinturas de artistas como Fernando Botero, Roberto Domingo, Rendón Tapia, Ramón Revele y Picasso descubre uno grandes aficionados. Goya, el padre de los litógrafos taurinos, presume su serie la tauromaquia como uno de sus tesoros más preciados.
En la escultura, los máximos exponentes son: Alfredo Just, Mariano Benllurey y Humberto Peraza.
En la literatura se han distinguido Gerardo Diego, Ortega y Gasset, Antonio Machado, Ramón López Velarde, Rafael Alberti, Miguel Blasco Ibáñez, Camilo José Cela, Luis Spota, Carlos Fuentes, Rafael Morales “clarinero”, José Alameda, Manuel Benítez Carrasco, entre muchos otros y aquí en Querétaro el Maestro Don José Loarca. 
Aunque Federico García Lorca no era partidario de la fiesta brava, tenía amistad con varios matadores y a su amigo Ignacio Sánchez Mejía, le escribió el poema de dolor “Llanto por Sánchez Mejía” cuando en 1935 fue muerto por un toro.
Ernest Hemingway, en “Ahora brilla el sol”, describe la fiesta de los San Fermines en Pamplona, cuyo libro fue el detonante para que se conociera en arte taurino en todo el mundo.
En México los opositores a los festejos taurinos argumentan el maltrato a los animales desde su llegada a la plaza, donde efectivamente, muestran los estragos del transporte, algunos bajan de peso, otros en ocasiones se rompen un cuerno, algún otro por su temperamento tan agresivo, se lastima, tuerce o hasta se quiebra una mano o pata y lo muestra cojeando; que se les dan golpes en los riñones y testículos ya quisiera ver quien es él o la valiente, que se mete al corral de la plaza, donde además no está un toro solo y lo inmoviliza sin maltratarlo, ni hacerle marcas en la piel que se puedan notar horas después en la corrida y le da de golpes en los riñones y los testículos para ablandarlo, pero que además, cuando salga al ruedo embista bien y no solo se defienda (siendo esto muy peligroso para el torero) por el dolor de las lesiones infringidas; el daño en los ojos con aceite, afirmación que sin saber, o no querer entender, que lo más peligroso para un torero es un toro burriciego, que no ve bien o tiene dificultades para ver; porque entonces, no ve el engaño y embiste a todo lo que se le ponga enfrente, porque se siente inseguro sin ver bien; las heridas en la suerte de varas, son necesarias, pero tienen su reglamentación, ya que la esencia de la suerte de varas, es disminuir la ferocidad del toro sin producirle una merma excesiva en la bravura; la pica también sirve para que el toro sangre, se descongestione, no se muera de un infarto o se acalambre y se aprecie la bravura del mismo; durante la suerte se puede observar si el animal embiste de largo o si embiste con la cabeza baja o alta y aquí, es donde el picador debe estar atento a las indicaciones del matador para realizar un puyazo bueno y efectivo, que repercuta en un buen desempeño del toro en la faena de muleta. Cuando el picador ejecute la suerte de varas, tiene prohibido acosar al toro, barrenar, echar al caballo adelante, tapar la salida, insistir en el castigo a los bajos, infringir castigo excesivo o cualquier otro procedimiento similar; si el astado deshace la reunión, queda prohibido terminantemente, consumar otros puyazos inmediatamente y el picador tiene la obligación de echar el caballo hacia atrás, para colocarse nuevamente en suerte y recibir indicaciones de su matador, según el artículo 44 del Reglamento Taurino vigente en el municipio de Querétaro. También queda prohibido picar después de ordenado el cambio de tercio, debiendo los picadores abandonar el ruedo lo más rápidamente posible, utilizando si es preciso, las puertas que dan acceso al callejón. Si esto no se cumple, existen sanciones administrativas, económicas y corporales (arresto), para el actuante que las infrinja, contempladas en el capítulo 12 y los artículos 83,84,85,86 y 87 del Reglamento Taurino vigente; el afeite de los pitones, en el artículo 19, inciso V del actual Reglamento Taurino del Estado de Querétaro, está contemplado como uno de los requisitos que deben de reunir las reses que se lidien, tener las astas (cuernos) íntegras y reunir las condiciones de sanidad necesarias para su lidia, esto es supervisado por el juez de plaza y veterinario de la misma, cuando menos 48 horas antes del festejo, que es cuando arriban a la misma; si no reúnen estos requisitos, los toros se pueden rechazar y regresar a la ganadería o sancionar al ganadero de acuerdo al artículo 18 inciso 3, del Reglamento Taurino; afirman que la raza de toro de lidia puede sobrevivir sin ser utilizada para éste fin, ya explique anteriormente la dificultad de usar esta raza de bovinos para otra finalidad comercial y si esto fuera posible, creo que a través de los siglos, a alguna persona se le hubiera ocurrido y hubiera logrado hacer algo con ellos, como sucedió en California, Estados Unidos, donde experimentaron las cruzas de Bisonte americano con razas de bovinos especializados en producción de carne (Beefmaster principalmente) y después de 65 años han logrado algo favorable, el híbrido Beefalo; o en las ganadería que producen toros de reparo para los jaripeos o rodeos, donde cruzan toros de lidia con vacas cebú para producir animales “bravos” para el reparo; un ejemplo más, ¿como se podrían tener estos animales en un Zoológico, sin que se pongan nerviosos y ataquen las cercas de sus corrales cuando la gente les hable, se mueva frente a ellos o aviente cosas?; son más peligrosos que un rinoceronte en cautiverio; discuten que la fiesta no constituye parte de la identidad nacional de España o México, como no va a ser parte de la identidad nacional, si en España el mismísimo Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador hace más de 600 años, entrenaba para la guerra lanceando toros en los bosques de su país y fue una herencia costumbrista y cultural de los Reyes y nobles españoles a la población en general, que llegó a América de la mano de los conquistadores; Hernán Cortés fue el primero en realizar una corrida de toros y fundar la primer ganadería de toros de lidia en las tierras recién descubiertas (ganadería de Atenco en México) y que nuestros héroes de la independencia Don Miguel Hidalgo y Costilla e Ignacio Allende Toreaban en las fiestas del pueblo.
Por último, ¿Cuántos toros de lidia mueren al año en la República Mexicana en corridas de toros, novilladas y festivales taurinos?... 1000, 2000, 3000 animales, que se crían con mucho cariño y cuidados por el ganadero durante 3 a 5 años y que mueren con la oportunidad de defender su vida; ahora, veamos que es más cruel… ¿Cuántos millones de peces mueren diariamente por asfixia atrapados en las redes de los barcos pesqueros, sin poder defenderse?, ¿Cuántos miles de pollos se matan diariamente en los rastros del país, que solamente se degollan y se meten “vivos” a la máquina que los despluma, que es una licuadora gigante, que en ves de navajas tiene unos dedos de goma que golpean su cuerpo por todos lados para “arrancarles” literalmente las plumas? o ¿Cuántos cerdos se sacrifican diariamente en los rastros que no son TIF (tipo inspección federal), donde los meten a la sala de matanza y sin darles oportunidad de defenderse, los aturden de un garrotazo en la cabeza, para después apuñalarlos al corazón y antes de que mueran, meterlos a un perol de agua hirviendo para poder pelarlos? o ¿Cuántos cientos de toros de engorda se sacrifican diariamente también sin darles oportunidad de defenderse, aturdiéndolos con un garrotazo en la cabeza, para después degollarlos y colgarlos cabeza abajo, para que finalmente mueran desangrados? … o criar gallinas de postura en cajones de 40 x 30 x 40 cm., donde solo pueden pararse y sacar la cabeza por un espacio del frente de su jaula para comer y tomar agua y ahí permanecen por espacio de dos años poniendo huevos diariamente y que cuando ya no producen las sacan con las patas, dedos y uñas atrofiadas por la falta de movimiento, para amontonarlas en jaulas y llevarlas al rastro para su sacrificio. Lo que pasa, es que estas son actividades cotidianas y ya nos acostumbramos a convivir con ellas, al grado que las vemos como algo normal y necesario para nuestra subsistencia y disfrutamos el consumir estos productos, pero ¿porque la gente que no le gusta la fiesta brava no analizan primero estas barbaridades, levantan la voz y hacen sus manifestaciones en los rastros donde los animales son sacrificados sin la oportunidad de defenderse?


Muchos de los antitaurinos son vegetarianos y ser vegetariano también es cruel, si partimos desde la premisa de que un ser vivo es aquel que tiene vida y por lo tanto nace, crece, se reproduce y muere. Mucho OJO, En ningún diccionario dice que un ser vivo necesita caminar, correr, volar, ladrar o mugir; entonces, ¿saben como se cosechan las zanahorias?, cuando la planta está en la plenitud de la vida, esto es cuando maduró y está a punto de entrar en floración (que es alcanzar su madurez sexual), es arrancada viva de la tierra y se le deja morir bajo los rayos del sol, para que después la recojan le mochen las hojas, la laven y la empaquen. ¿ saben como cosechan la naranja o la toronja o los limones?, es algo parecido, cuando la planta está en plenitud, cuando el fruto casi alcanzó su madurez, llegan 2 o 3 personas con unas escaleras de madera que dejan caer sin ningún cuidado sobre los costados de las ramas del árbol y se suben en ellas para arrancar literalmente el fruto sin ningún cuidado (porque no se fijan si la escalera rompe o lastima las ramas donde se apoya y tampoco ponen anestesia local antes de cortar el fruto o cuando menos lo cortan con tijeras y no a jalones), a veces arrancan partes de la rama y el follaje del árbol. ¿Conocen como se cosecha el brócoli?, el brócoli es una planta que sufre 2 veces, una cuando cortan la parte consumible por el humano que es la flor, obviamente esta cosecha se hace cuando la planta está en plenitud, se mutila para cortar la flor; posteriormente se vuelve a mutilar cuando la cortan desde la base de la raíz si ésta se va a utilizar en la alimentación de ganado; en caso de no utilizarla, a la planta aún viva, se le destroza con el tractor y la rastra para que sus despojos se revuelvan con la tierra y se descompongan y se conviertan en abono para la misma. ¿Cuántos millones de plantas al mes sufren esta crueldad? Ahora ¿Quién es más cruel?
El que puede entender la condición o idiosincrasia del ser humano y logra hacer arte jugándose la vida o el vegetariano que ignora la crueldad que existe detrás de lo que se come con tanto gusto.
No hay registro de manifestaciones antitaurinas antes del siglo XX en América; estas, comenzaron de forma muy activa a partir de los años 50´s y se extendieron hasta la década de los 60´s y 70´s, cuando el toreo alcanzó una popularidad inmensa motivada por figuras como Rodolfo Gaona, Silverio Pérez, Luis Procura, Manolo Martínez, Manuel Capetillo, Paco Camino o Joselito Huerta, retomando fuerza hace cinco años, por el surgimiento de las escuelas taurinas en diferentes ciudades de nuestro país, en donde los becerristas están dando mucho de que hablar, aunque mientras tanto, en nuestro país la afición disminuye. Habrá que ver en unos cuantos años cual es el destino o la evolución de la fiesta brava. Por lo demás, simplemente respetémonos unos a otros los gustos y preferencias de cada quien, así como respetamos a los que gustan del tenis, fut bol, box, luchas, entre otros deportes y no les hacemos “panchos” en sus estadios, o arenas, que nos respeten a los que amamos la fiesta brava, que es la más bella de todas las fiestas

¡FIESTA DE SEDA, SANGRE Y SOL!....  OLÉ

4 comentarios:

  1. no apruebo las corridas pero me parece muy acertado muchas cosas que dice e articulo

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  2. por favor que lea más este señor si dice querer tantoa la más bella de todas las fiestas....como pone a Clarinero y olvida al tio Carlos...Y no le sigo porque ni vale la pena

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  3. como quisiera que pongan las fotos de la ganaderia de la viñaporque esos toros son de pura casta elque esta escrivendo un hijo nacido en laganaderia la viña y tanbien hijo de un picador de toros que se yama juan antonio diaz garay que fue un gran picador mas conocido como el cholo estoy agradecido porque mi padre criaba los toros y el mismo los toriaba en la feria del señor de los milagros y tambien atodas las provincias como cajamarca trujiyo arequipa coracora chota cutervo selendin cajabanba sucre matara huanbos santa crus

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  4. El autor de éste artículo pseudocientífico se dice MVZ y es incapaz de diferenciar entre la anatomofisiología animal y vegetal: equipara el dolor y sufrimiento infringido a los toros durante la lidia con la cosecha de brocolis¡¡¡¡¡¡ Su argumento es ridículo y hasta estúpido. Esta analogía es insostenible desde el ángulo de cualquier ciencia: ningún vegetal tienen Sistema Nervioso, estructura que ahora sabemos es la responsable de las sensaciones, percepciones, emociones y funciones intelectuales de los seres vivos, está claro que un brocoli es evolutiva, morfológica, fisiológica y psicológicamente muy distinto a un toro. Los vegetarianos no están promoviendo una práctica brutal al consumir vegetales previamente "asesinados" por los campesinos pues éstos NO tienen funciones neuropsicológicas que les permitan experimentar el dolor, ni presentan las emociones previas a su muerte... es increible como un médico puede ignorar tan elementales conocimientos en su afán por defender una práctica tan cruel, cavernaria, primitiva, inmoral y carente de todo sentido ético ¡Viva el Arte pero con Ética!

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