Fuente: Revista Aplausos /
www.suertematador.com
"Es
incomprensible que con la trayectoria que tengo mi nombre no aparezca este año
en las ferias de Castellón, Valencia, Sevilla y Madrid. Los empresarios han
considerado prescindir de mi nombre para sus ferias. No es nada agradable, soy
un torero muy competitivo y está siendo duro ver estas primeras ferias sin que
pueda competir. Es algo que va en contra de la filosofía del cambio y la
evolución que debe llevar el toreo. Vivimos un momento muy complicado en la
Tauromaquia, además sumado a la crisis global, y no me parece pertinente que se
prescinda de nombres de figuras del toreo. No sólo yo, tampoco vemos a José
Tomás, por ejemplo. Una feria como San Isidro, que es el escaparate de los
toros a nivel mundial, debería contar con los mejores y no será así".
Son palabras de Julián López "El
Juli" publicadas en la web jotdown.es. El madrileño, sobre su ausencia en
Madrid y acerca de las cuestiones con la televisión, dice: "Mis
honorarios son los mismos desde hace años. Lo hemos explicado cien veces. La
empresa de Madrid ha mentido y lo hemos repetido hasta la saciedad. Pero unos
toreros hemos decidido que las cuestiones de imagen, de nuestra imagen, son
nuestras, y estamos trabajando en esa línea. Es una lucha difícil y surgen
ampollas entre los que controlan todo. Que los toreros sean dueños de su imagen
no significa que queramos apartar la televisión. Todo lo contrario. La
televisión es fundamental para el toreo, queremos televisión. Y queremos ser
dueños de nuestros derechos de imagen. Eso no significa que queramos más
dinero. Miren San Isidro: por primera vez en los últimos veinte años los
toreros hemos decidido si se televisa o no y desde el primer momento hemos
propiciado que hubiera televisión, sin ninguna duda. A partir de ahora, una vez
conseguido ese legítimo derecho, trabajaremos en más cosas".
El madrileño agrega: "Los
toreros tenemos una educación, un poco conservadora, en la que todos seguimos
un patrón dentro del sistema y parece que el que se sale de ese sistema es un
revolucionario y está en contra de todo. Es algo extraño, lo sé, pero primero
tendríamos que renovar todo el aspecto organizativo del mundo taurino. Hablo de
las nuevas necesidades de comunicación, difusión, publicidad… Cosas que se
supone que deben partir de los organizadores del espectáculo que, repito, están
dejando fuera de sus carteles a los nombres más conocidos del panorama actual.
El sistema es el sistema, en este mundo y en todos. El que va por libre tiene
problemas. Yo tengo una forma de entender la vida, y el toreo, que se basa en
la independencia. Que se lo pregunten a José Tomás… Así lo he entendido
siempre. Si eres tan hombre para jugarte la vida, ¿cómo vas a ser luego
marioneta de un sistema? Así lo hemos entiendo unos cuantos, debemos ser dueños
de cosas que no somos. Creo que beneficiaría mucho al toreo que todo se
separara, que cada uno defendiera su parcela y que no hubiera tantos intereses
entrelazados. Ahora mismo, hay dos o tres personas que acaparan todo en el
mundo del toro. No es bueno".
En el encuentro, mantenido con
Alfonso Pareja-Pons, dice el torero: "Me inquieta irme de esto sin
aportar algo. Las personas inquietas y emprendedoras aciertan muchas veces,
pero también tienen más posibilidades de equivocarse. Es muy fácil vivir del
sistema, aprovecharse de él, ganar dinero… Torear, ganar dinero y dejar esto
igual que estaba o peor. La educación taurina, como la deportiva, está muy
encaminada a eso: una vida muy corta, aprovecha, sácale el máximo rendimiento.
Pero yo, no. Tengo la inquietud de pasar por este mundo dejando algo. He
defendido —y defiendo— ideales. Si por eso hay represalias y soy un
damnificado, prefiero ser yo. Mi trayectoria está hecha y me preocupa mucho más
el futuro del toreo que mi carrera. Quiero dejar el toreo mejor que cuando me
lo encontré. Logrando esto tendré una gran compensación".
El torero se sincera y, de su
fulgurante etapa novilleril, admite: "En esa época, en la que
arrollaba, tenía un montón de seguidores, fama, popularidad, espacios por
doquier en los medios de comunicación… sin las ideas que tenía ahora y no puedo
aprovechar ese momento para explicarlas. Esa espinita tengo. Con aquel tirón
popular podía haber dicho muchas cosas, podía haber propagado un mensaje que
ahora sí tengo en la cabeza. Un torero es capaz de cambiarlo todo, pero por
entonces no pensaba así; disfrutaba, toreaba como el que más, seguía la
corriente del sistema… Pero no era eso, no era eso. Ahora lo veo. El mundo se
mueve por interés, y son los toreros los que tienen interés. No hemos sido
capaces de conseguir lo de otros campos: el futbolista, el tenista… que son
ídolos. Como ídolo considero que estuve varios años, pero no difundí un mensaje
que sirviera a la fiesta para el futuro. Claro, era el número uno, ganaba más
que nadie, la inercia, la inercia… Y resulta que pasan los años, la cabeza se
amuebla y piensas: “Me lo hubiese planteado de otra manera”. No era dueño de mi
vida. Y eso que pienso que aporté muchas cosas. Traje gente nueva a las plazas
y colaboré en la promoción del propio toreo. Ahora que sé más no tengo esa
popularidad que tenía y el mensaje no llega tan rotundo".
Además, Julián admite que es muy
difícil pensar en la retirada: "No veo fácil vivir sin torear. Esa
emoción, esa adrenalina, esas sensaciones con el público… no encuentro nada que
lo pueda sustituir. Tengo que aprender a vivir sin eso y, sinceramente, lo veo
complicado. En otras etapas de mi carrera sí pensé en retiradas, pero ahora
mismo no: quiero seguir emocionándome. Lo que sí sé es que seguiré involucrado
en este mundo, apoyando proyectos buenos para la Fiesta".
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