Crónica de 22 de marzo, desde Las Ventas
El domingo 25 de
marzo dio comienzo la temporada taurina en la plaza de toros de Las Ventas,
inaugurándola “actor” al que dio lidia el novillero Sergio Flores,
cumplimentando la terna el extremeño Tulio Salguero y el madrileño Fernando
Adrián que hacía su presentación en la plaza.
Seis ejemplares de
Carmen Segovia bien presentados, manejables, sin grandes complicaciones, faltos
de raza y transmisión.
Un cuarto de
entrada que dejaba intuir de una manera gravemente tímida el ambiente taurino
que encandila año tras año a miles de personas.
La presencia del
mexicano Sergio Flores el pasado domingo deja entrever la universalidad de este arte del toreo, y la inclusión de artistas mexicanos
que se darán cita en la presente temporada, con la presencia en la feria de San
Isidro de Arturo Saldívar, Diego Silveti, Fermín Spinola, Ignacio Garibay, Octavio
García “El Payo”, Juan Pablo Sánchez y Zotoluco, así como el novillero Sergio
Flores.
La faena de la
tarde fue obra de Sergio en su primer novillo, muy dispuesto desde el comienzo,
mostrando su valía e ilusión, componiendo dos buenas series con la diestra que
rubricó con una muy buena estocada. Contundente vuelta al ruedo con petición de
oreja que no fue concedida por la autoridad, quizá por la falta de continuidad
de la actuación. Su segunda faena, a la altura del novillo, estuvo marcada por
detalles que, tras una buena estocada fue recompensada con palmas.
El segundo astado
cayó en manos de Tulio Salguero, quien, pese a su esfuerzo, no logró lucimiento
siendo su labor silenciada. Aumentó la expectación en el quinto de la tarde al
que recibió con la franela en el centro por pases cambiados. Todo quedó en
expectación no consumada, donde acusó el extremeño su falta de rodaje.
Cerró la tarde el
joven Fernando Adrián que no desentonó con la tónica general del festejo. Un
tercer novillo al que pudo fraguar algún muletazo, una mala estocada y saludos
por cuenta propia del artífice. Fue recibido el sexto por largas afaroladas,
una faena de más a menos que no culminó con el acierto del acero. Si bien
anduvo solvente y resolutivo en sus dos actuaciones, mostró un toreo común que
no alcanzó a endulzar la primera tarde en la Monumental de Las Ventas.
Sergio Flores, la revelación mexicana
Sergio Flores,
nacido hace veinte años en Tlaxcala, se posiciona hoy como una promesa del
toreo, gracias a sus condiciones que le permiten demostrar cada tarde que pisa
el albero su ilusión desmedida por lograr el triunfo, su persuasión en esto que
le da la vida, impregnando cada faena con su particular personalidad que le
hace disfrutar de un puesto privilegiado en el escalafón menor.
Una incipiente,
pero trabajada y meritoria trayectoria, con el logro de contundentes triunfos
en plazas de primera tales como Madrid, Sevilla o Barcelona, le hacen valedor
de un puesto en las más importantes ferias de España que afrontará desde el
compromiso, la responsabilidad y una enorme ilusión.
Un torero que, pese
a su juventud, es ya conocedor de las dos caras de la moneda, el sabor del
triunfo y la desazón de los percances, a través de los que va adquiriendo consciencia
de la seriedad que ponerse delante de un bello y bravo animal entraña.
No todo son
triunfos en este arte, como es natural, el camino es arduo y largo pero Sergio
demuestra estar en el camino mostrándose dispuesto y entregado. Una entrega en
cuerpo y alma, con la grandiosa virtud de hacerse deleitar allá donde va.
Un torero que
aglutina valor, mucho valor, templanza, seguridad y confianza, que atesora una poderosa lidia, de cuerpo erguido y mano
baja, un concepto puro y verdadero capaz de embriagar al más frío observador.
Una zurda dulce,
profunda y delicada, conjugado a un valor innato a esa raza que le caracteriza
y una enorme variedad de recursos con la capa y la franela, de denominación de
origen mexicana, son sus bases más preciadas.
Una fuerza y un
estremecedor coraje que se hace notar cada tarde, alzándose ante cualquier
circunstancia para vencer, finalmente, la batalla.
Una incipiente
joven promesa que aun tiene mucho por recorrer, mucho esfuerzo, trabajo,
aprendizaje y perseverancia, pero también mucho por demostrar y afianzar, manteniendo en vilo la esperanza del futuro de
la tauromaquia.
Te deseo la mayor
suerte, Sergio, que disfrutes y nos hagas disfrutar perpetuando la efimeridad
de tus mejores faenas.
Marta
Sánchez Lanzas
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